1.Introducción 

 En Zona Técnica nos gusta investigar, sobre todo en nuevas tendencias de nuestro deporte, intentamos estar al día de las novedades en fútbol y transmitimos toda aquella información que nos llega a nuestros entrenadores para ayudarles a actualizarse.
Sin duda ha cambiado mucho el fútbol desde que nació abfutbol hace ya casi 15 años, hemos visto la evolución pasar por delante de nosotros a gran velocidad, al comienzo de nuestra revista visitábamos ciudades deportivas de primera división que eran comparables con las que ahora tienen muchos equipos de tercera división en la actualidad, el desarrollo de nuestro fútbol ha sido meteórico aunque no lo hayamos percibido.
Otros sectores del mundo van más despacio, pero el fútbol mueve muchos intereses porque mueve muchas personas y por tanto, hay dinero y por lógica entrarán todos los cambios tecnológicos muy rápidamente, debemos acostumbrarnos a esto aunque a muchos no les guste.
Todos sabemos que la esencia del fútbol es el éxito del mismo, es uno de los deportes que menos ha cambiado y puede ser que por este motivo tenga tanta aceptación y repercusión, pero no podemos evitar en una nueva sociedad que está educada y acostumbrada al cambio no demande lo mismo en el deporte,
novedades.
Personalmente pienso que la mezcla con reflexión de ambas cosas puede ayudar a mejorarlo, quedarse obsoleto o excesivo cambio podrían hacer daño a nuestro deporte.
Hoy hablaremos de una de estas novedades, muchos ya hemos oído “Big Data” y no sabemos exactamente en qué consiste, y como se puede aplicar en fútbol, intentaremos aclarar este concepto y debatir sobre ello.

¿Que es el Big Data?

Por Big Data entendemos el almacenamiento
de gran volumen de datos y, sobre todo, los procedimientos usados a la hora de convertir los datos en información que facilite la toma de decisiones. En el mundo del fútbol todo esto puede aplicarse en diferentes factores:

• Rendimiento individual de los futbolistas
• Mercado de fichajes
• Análisis de juego

Este último factor es, sin duda, el que menos
desarrollado está hoy en día en el fútbol.
Quizás, muchos entrenadores se fían más de
sus sensaciones o de su criterio personal que
de los números. Por supuesto existen situaciones
impredecibles: ¿es posible predecir a un jugador como Messi? La respuesta es “no”; pero sí se puede saber hacia qué lado regatea más o en qué situaciones tira a un lado o a otro.

De esta forma, analizando al equipo en conjunto, se pueden obtener datos de efectividad según la zona del campo por la que se ataque o el modo de juego empleado. Un único partido supone entre 10.000 y 12.000 líneas de código, la clave es conseguir filtrar lo relevante. Si cruzamos estos datos con los del equipo rival, podemos tener una idea de por dónde atacar para crear más peligro (llegando incluso a predecir la cantidad de duelos
ganados de un jugador con respecto a otro), en qué zonas hay más probabilidad de ganar los duelos aéreos o dónde presionar al equipo rival para tener más opciones de robar el balón.
Por último, existe otra aplicación del Big Data en el mundo del fútbol que es, probablemente, la más utilizada hoy en día en las grandes ligas. Se basa en medir el rendimiento individual de los futbolistas con el objetivo de saber cuándo existe riesgo de lesión o cuándo se encuentran en su mejor momento.

Asi funciona Big Data

Existen empresas donde cientos de personas se dedican a anotar cada acción de cada partido de cada liga en 50 países del mundo, empresas especializadas procesan esos datos, los emiten en directo para televisiones o casas de apuestas y los venden a equipos y a otras empresas.
Cuentan cada pase, cada tiro y cada acción que tiene lugar dentro del campo para actualizar en directo una base de datos. De ahí, de esos taquígrafos del fútbol o cortadores, salen los cálculos que se usan en las retransmisiones deportivas y parecen surgidos por arte de magia. Por ejemplo: el defensa del Betis Aissa Mandi es el jugador de la Liga con mayor cantidad de pases acertados, con exactamente 1.189 entregas exitosas.

Otro ejemplo: Messi pierde solo una media de 2,3 balones por partido. ¿Hay realmente alguien contando cada pase, cada pérdida? La respuesta es que sí.
Otras compañías se dedican a lo que se conoce como tracking, es decir, a medir el desplazamiento de un jugador para mostrar el mapa de calor, cuánto corrió y a qué velocidad.
Eso es tarea de otras empresas que, en muchas ocasiones, integran microchips en las botas de los jugadores para medir su movimiento.

El eventing y el picado de datos

Eventing, recopilación de cada acción relacionada con el balón que tiene lugar durante el partido.
En total, y dependiendo del encuentro, “hay aproximadamente entre 1.600 y 2.000 eventos”, dice.
Optapro, es una compañía posee centros de datos en Aveiro (Portugal), Leeds (Inglaterra) y Montevideo (Uruguay) en los que trabajan los cortadores, como se denomina a la “gente a la que entrenan durante cuatro meses para luego empezar a cortar [desgranar] en directo. Es un trabajo superespecializado”. Por cada partido hay tres empleados: uno que anota todo lo relacionado con el equipo local, otro que hace lo mismo con el visitante y otro más que supervisa “cualquier discrepancia durante el partido”.

La clasificación estadística de SofaScore

“Tienen que marcar un montón de cosas en pocos segundos, aunque luego, tras del partido, se revisan para pulir errores”, comenta un especialista de Optapro. El supervisor es quien se encarga después de dar el visto bueno al manojo de datos cosechado, aunque no suele haber fallos: “El porcentaje de aciertos que tenemos es del 99%”, dice. Quizá porque la persona que cubre un equipo desde la jornada 1 es la que lo cubrirá hasta el final del campeonato: “Así conoce cómo juega su equipo, los jugadores, las estrategias y ya más o menos está acostumbrado a eso”.
Comparación de estadísticas de jugadores en SofaScore dirigidas al mercado de fichajes de jugadores
“Una de nuestras bazas importantes es que aparte de que nuestro modelo sea para usuarios que quieren ver el partido, hay un montón de empresas a las que les interesa saber lo antes posible cuándo y dónde hay un jugador que destaca”, comenta un experto de la compañía.

El Big Data del ayer y de hoy

El análisis de datos constituye uno de los pilares imprescindibles en la estrategia de muchos clubes, especialmente los futbolísticos, con un arraigo en nuestro país que habla por sí mismo. Sin embargo, su inclusión ha llevado aparejado un desarrollo que lo ha trasladado de la recolección e interpretaciones más sencillas hasta el alumbramiento de programas informáticos que cuidan hasta el más mínimo detalle; una realidad que implica el manejo de una cantidad ingente de información.
Uno de los pioneros en introducirlo fue el entrenador “Rafa Benítez” y que todavía hoy sigue manteniéndose fi el al Big Data ¿La razón? Que se trata de un procedimiento que no solo ofrece nuevas posibilidades sino que se encuentra en constante evolución.

“Hemos pasado de realizar informes del rival mediante el visionado de imágenes televisivas del encuentro (para trazar estrategias defensivas)” a incluir secuencias de pases básicos —poco después. “Actualmente ya podemos coger la longitud y tipo de pases, así como cruzar las cifras en una base de datos”. Además y en poco más de cuatro años, la plantilla de este tipo de profesionales se ha incrementado, integrándola hasta tres y cuatro personas en el caso de los grandes equipos. “Gente cada vez más formada”.
Además, habría que llevar a cabo una distinción en cuanto a lo que al uso de esta recolección se refiere. Encontramos tres ámbitos distintos: el de la rueda de prensa, el de la estrategia deportiva y el de la web. El primero tiene un carácter meramente informativo, mientras que el segundo se centra en el uso que les dan los entrenadores; y el tercero en las actualizaciones de las páginas de los distintos clubes.

Los datos del deportista (tracking)

Dejando a un lado el juego en sí mismo, los deportistas también son monitorizados, un tracking que no nos sorprende, pero que se lleva a cabo de una manera que, en nuestra humilde opinión, se queda corta en ciertas ocasiones, cuando desaprovecha todas las oportunidades que brindan los wearables deportivos,
capaces de monitorizar en tiempo real los movimientos del futbolista en cuestión.
¿Cómo se logra, entonces? Con la inclusión de unas cámaras en el campo que miden el rendimiento físico del atleta, “los kilómetros que ha recorrido, los sprints que ha hecho, los cambios de ritmo”. Algo que podría influir en la contratación de determinados futbolistas, pero también ayudarles a prevenir los excesos y a conocer cuándo deberían tomarse un descanso.
Este es precisamente el futuro del Big Data en el fútbol: popularizar la inclusión de dispositivos que mejoren las funciones de estas cámaras y que aporten matices como el desempeño atlético (velocidad, aceleración), la posición de los jugadores y sus movimientos, la tenencia del balón y demás. Pero, ¿estarán
ellos dispuestos a llevarlas?
Adidas, por ejemplo, posee un chip específico, Micoach Elite System, que se coloca en la camiseta de los jugadores y que puede llevar a cabo un seguimiento de su resistencia física, su velocidad y otros parámetros, enviando más de 200 registros en tiempo real a un ordenador (u otro gadget).
Además, esto sirve para otorgarle un valor a cada jugador.
“Tenemos que argumentar que estamos en lo cierto, valorando que aquello que no vemos no podemos documentarlo”. “La clave reside en conocer cuánto rendimiento económico podemos atribuirle a un determinado jugador”, apunta un experto en esta materia.

¿ El Big Data ayuda a evitar las lesiones?

En relación de lo anterior, no podemos dejar de preguntarnos si el análisis de datos podría ayudar a evitar lesiones. Si bien en el caso de la observación visual en el propio campo, lo que podemos ver y percibir nos impide formarnos una idea completa del esfuerzo del jugador; el uso por parte de los jugadores de la tecnología que pueden incorporar en su vestimenta sí lo permite.
Por ejemplo, “el wearable preferido por el Madrid (habla un compnente del equipo técnico en la época de Benitez) es un sujetador deportivo que integra un contador de pulsaciones, un acelerómetro en la espalda y un GPS. “Lo ideal sería que los jugadores lo llevasen en todos los entrenamientos pues, cuanto más lo utilicen, más datos tendremos de ellos. Así los análisis que hagamos serán más completos”.
Con dicho sistema, podemos resolver unas preguntas para Rafa: ¿Qué jugadores están en peligro de lesionarse? ¿Qué jugadores están en su mejor momento en cuanto a rendimiento? ¿Qué jugadores se acercan al punto de fatiga?”. La velocidad, aceleraciones, el desequilibrio en las piernas mientras corren son algunos de los puntos que se tienen en cuenta.”
Evidentemente, a la información que estos gadgets compilan hay que sumarle las preguntas que el equipo que se encarga de interpretar estas mediciones realiza. Por ejemplo, a los futbolistas se les interroga acerca de cómo han dormido, cómo se sienten, etcétera. Además se valora la llamada fatiga pasiva o acumulada, así como otros rasgos psicológicos que podrían afectar al rendimiento y ocasionar problemas de salud.

Conclusiones Abfutbol

Después de tantos años publicando nuestra revista hemos recibido y leído muchos artículos que defienden la esencia del fútbol y por otra parte otros que defienden el cambio y la modernidad, personalmente yo he recogido opiniones de todos los tipos con compañeros de profesión, otros entrenadores, preparadores físicos, profesionales del deporte con mucha experiencia.
Reconozco que mi forma de pensar ha variado en estos años, desde mis inicios entrenando niños hasta hoy día donde he tenido oportunidad de entrenar como profesional, pero curiosamente mi mentalidad viene siendo inversa al cambio, es decir, de joven era un defensor de la entrada de nuevas tecnologías que ayudaran a mejorar el juego, pensaba que aumentarían el disfrute del propio juego. Sin embargo, a pesar de tanta modernidad, recogida de datos y control absoluto de cada variable o cada acción, el fútbol se abre camino desde la esencia, porque sigue triunfando aquello que le ha hecho ser el “Deporte Rey”, la imprevisión, todo aquello que se tenía preparado y se esperaba, no sale y resulta ser todo inesperado.
Hay una final de Champions League, que sin palabras describe claramente “que es el fútbol y por qué gusta”, son los últimos minutos de un partido donde el Bayern de Munich gana con un gol, es un equipo muy sólido con una gran defensa, todos los espectadores pensamos que la copa estará en sus vitrinas, y en solamente unos minutos todo es diferente, el Manchester United da la vuelta al partido casi finalizando, y termina siendo vencedor “esto es el fútbol”, imprevisible, apasionante porque en 1 minuto todo lo esperado cambia, situación que se repite una y otra vez en nuestro deporte. Por tanto, por mucha tecnología que queramos implantar al fútbol, se sacude de tanto corsé contínuamente y nos recuerda en muchos momentos que se salta toda aquella estadística “lógica” que quiera imponérsele con resultados no esperados.
Cualquier ayuda técnológica usada en fútbol por supuesto que ayuda y es buena, pero cuando un jugador gana, corre más, cuando un jugador pierde corre menos, nadie puede predecir ese dato por muy en forma que esté, el aspecto psicológico es clave. Hay jugadores que corren mucho, pero como predecir que pueden correr “mal” aportando poco en juego, hay jugadores que fallan muchos pases, pero puede que fueran suyos los dos pases definitivos de los goles de la victoria ¿qué variable puede calcular todos estos datos de creatividad o talento? Yo mismo, cuando he trabajado como profesional he percibido en algún momento que la ocupación excesiva de mi tiempo semanal dedicándolo al análisis podía hacerme perder otros detalles importantes de mi equipo, de la temporada, del rival, etc…Es decir, todo es una cuestión de equilibrio, que los árboles no te impidan ver el bosque, si dedicamos demasiado tiempo a analizar al rival, puede que no te des cuenta de que tu equipo puede estar cansado, o que necesita mejorar algunos aspectos tácticos, otro ejemplo, si analizas demasiado a tu equipo te puedes olvidar de cómo juega el rival, al final toda tecnología o cambio es bueno, pero con cordura, sabiendo dedicar a cada aspecto del trabajo semanal su tiempo, sin obsersionarse.
Y es precisamente éste factor “el tiempo”, la premisa más importante en el fútbol moderno, donde con tanta cantidad de partidos, a los profesionales les faltan horas diarias o semanales en muchas ocasiones para pensar en los detalles más importantes. Una solución son las aplicaciones tecnológicas para ahorrar tiempo en informes que te dan datos de tu equipo o del rival, pero puede que con tantos datos a analizar al final, no tengas “tiempo” para las cosas más básicas, que es preparar bien los entrenamientos, crear
un buen ambiente en el vestuario, hablar más con los jugadores, poder viajar para ver un partido en directo de tu rival, en definitiva, la esencia del fútbol. A veces, simplemente estar descansado es lo más importante para un entrenador, tener la mente fresca para pensar en lo mejor para su propio equipo, repito, hay que buscar un equilibrio, una buena gestión del tiempo y de la energía dedicada a cada aspecto de la dirección técnica.
Estoy muy de acuerdo con la implantación de nuevas tecnologías, ayudan mucho para conocer detalles de acumulación de cansancio, en el aspecto físico, zonas vulnerables a nivel táctico, aspectos técnicos individuales pero…el fútbol es algo más, es pasión, es talento, es improvisación y sobre todo es inesperado, nunca nos olvidemos de esto.
Al final es una cuestión de aceptar las nuevas tecnologías pero sabiendo darles la importancia adecuada, sí como ayuda, no como solución.

Paco Cordobés
Director de abfutbol

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