INTRODUCCIÓN Y JUSTIFICACIÓN 

Teniendo en cuenta que el fútbol es un deporte integral (P. física, técnica, táctica y psicología), vamos a estudiar de manera específica la acción técnica del jugador, para desarrollar entrenamientos que tengan como finalidad la de mejorar los aspectos específicos técnicos (individuales y colectivos) del jugador de fútbol y poder pulir deficiencias detectadas o acciones habituales de su demarcación en el sistema de juego, y que el entrenamiento globalizado o integral no nos permite desarrollar al nivel que nosotros quisiéramos.

El objetivo del siguiente trabajo es provocar en entrenadores y formadores de jugadores de fútbol a que los entrenamientos que diseñen con objetivos técnicos incluyan elementos perceptivos, de toma de decisión y no sólo de ejecución.

Consiguiendo enriquecer las tareas de entrenamiento de tal manera que se rompa con la rutina y monotonía, abarcaremos más objetivos y aumentaremos la calidad de nuestras sesiones de entrenamiento.

El principal objetivo de los entrenamientos es conseguir la mayor transferencia posible en los ejercicios para asemejar la práctica a acciones reales de partido, y obtener la mejora en jugadores en edades formativas y el máximo rendimiento en jugadores profesionales. Las características del fútbol actual requiere futbolistas con mayor velocidad individual para obtener un juego colectivo más rápido y poder sorprender al adversario, el mayor número de veces. A través del aprendizaje y la mejora técnica incidiremos directamente en este apartado.

Para poder desarrollar un método de entrenamiento eficiente es imprescindible conocer a fondo la naturaleza, los condicionantes del deporte y de la condición específica a entrenar mediante las sesiones de entreno programadas por el cuerpo técnico. En este caso el análisis y estudio se centran en los aspectos que engloba la acción técnica del jugador de fútbol. Hay que tener en cuenta y conocer las características individuales que más influyen en el rendimiento técnico del deportista (según Eduardo Covelo):

Características anatomofuncionales

Características físicoconcionales

Sistema neuromuscular

Capacidad cognitivosensorial

Características volitivas

Características madurativas

Estado de salud

Hasta hace unos años a diferencia con otros deportes individuales, la mejora técnica del individuo se basó en entrenamientos que tenían como objetivo principal y único la mejora de la ejecución (características biomecánicas aisladas). Preocupados exclusivamente en el manejo y control del balón y discriminando otros posibles factores que influyen directamente en la eficacia de la acción técnica.

El fútbol está considerado como un deporte de situación donde se plantean situaciones de habilidades abiertas (excepto situaciones de táctica fija, que se pueden considerar como habilidades cerradas). Pero conocemos el proceso de la acción a nivel interno del jugador, lo cual nos permite poder dividir y analizar la acción técnica en tres fases, para su posterior entrenamiento:

1) Percepción

2) Análisis y toma de decisión

3) Ejecución

Se trata de un proceso cuyas fases constituidasy diferenciables, son difíciles de separar en su entrenamiento (global), pero según nuestros objetivos trataremos de primar ciertas fases sobre otras en la planificación de las tareas dependiendo de nuestro intereses. Las dos primeras fases son de carácter cognitivo y la tercera de aplicación motriz.

En el deporte del fútbol hay que tener en cuenta la siguiente premisa. No es necesaria una correcta ejecución técnica para obtener la finalidad y eficacia de la acción, la percepción y la capacidad del jugador para tomar decisiones ante un entorno incierto y cambiante serán considerados factores en algunos casos más importantes.

Analizaremos cada una de las tres fases para su posterior aplicación práctica:

1. PERCEPCIÓN

Entendemos como percepción la capacidad que implica la organización e integración de datos sensoriales que se estructuran en el jugador dando información y sentido de la realidad. De esta forma se estructura el propio cuerpo y la imagen de sí, la percepción del espacio y del tiempo y de los objetos. En este caso balón y todas sus posibilidades en relación al suelo, aire y con respecto al compañero/adversario, además de reglas de juego.

Debido al desarrollo de las percepciones se construyen en el jugador esquemas perceptivos motores, que son coordinaciones y habilidades, soporte para abordar con éxito problemas motores que se puedan presentar en las situaciones de juego (García; Marcelo).

Dentro del juego existen gran cantidad de estímulos tanto sonoros como visuales (balón, adversarios, compañeros, porterías y reglas de juego) que condicionan la calidad de la percepción.

La coordinación más importante que se establece en un deporte de situación como es el fútbol es la vinculación entre la visión y el movimiento.

Para mejorar logros a nivel deportivo es necesario mejorar el sistema visual, según estudios aporta el 80%86% de la información al deportista. Por este motivo centraremos nuestros entrenamientos en la mejora de estos estímulos.

La visión deportiva al igual que el resto de capacidades perceptivas está determinada por factores innatos y adquiridos, lo que permite que estemos ante una capacidad susceptible de mejora y transformación con el entrenamiento. Según diversos estudios (Plou y García 1989, Seiderman y Schneder 1985, Fradua 1993) las habilidades visuales son entrenables.

El entrenamiento de las habilidades visuales se basa en unos principios que son parecidos a los del entrenamiento deportivo (Raúl Guerrero Morilla, 2001).

a) Principio de participación activa y consciente del entrenamiento visual.

b) Principio del desarrollo multilateral.

c) Principio de especialización.

d) Principio de individualización.

e) Principio de variedad.

f ) Principio de modelación.

g) Principio de progresión. 

El entrenamiento de las habilidades visuales requiere de unas fases previas a realizar, propuestas por Quevedo y Solé (1997), que serían:

a) Una fase de evaluación de las distintas habilidades visuales del deportista, teniendo en cuenta las características del deporte que practica.

b) Análisis de los resultados obtenidos y su relación con el deporte. 

Una vez realizados estos pasos previos las fases del entrenamiento serán las siguientes:

1. Entrenamiento visual general: los objetivos de este entrenamiento general son los de reducir las deficiencias y disminuir la fatiga del sistema visual.

2. Entrenamiento visual específico: en esta fase se trabajan las habilidades visuales que intervienen en la modalidad deportiva de forma concreta, además se suele acercar más a la realidad de éste con acciones motrices propias del mismo. 

3. Entrenamiento visual integrado: ésta es la última fase del entrenamiento, se realiza en el propio campo de juego, para adaptarlo a las características técnicas y tácticas de la práctica deportiva.

Será necesario potenciar la capacidad de observación del jugador de aquello que se desea dar prioridad en la percepción: balón, compañeros, adversarios y porterías. En los entrenamientos se deben utilizar elementos que inviten al esfuerzo perceptivo, evitando la rutina sensorial, mejorando la percepción del campo visual, que es la totalidad del espacio que cubre la mirada sin mover los ojos. Se divide en central y periférica (campo de visión son 100110 grados).

Se asume la importancia de la visión periférica como detector de estímulos o acontecimientos que se generan dentro de nuestro campo visual. Los estudios realizados por Witking y Col.

(1962) comentan que los jugadores expertos serán aquellos que tengan mayor capacidad para discriminar los ítems de un fondo determinado respecto a los noveles, que tendrán mayores problemas de discriminación. En este sentido, son numerosos los investigadores que afirman que los jugadores con mayor talento son aquellos que en todo momento son capaces de extraer información de los jugadores apropiados para pasar, o seleccionar rápidamente los espacios en los que se debe jugar el balón (Barrell y Trippe, 1975; William y Horn; 1995).

Como consecuencia mejorara el tiempo de reacción visual del individuo, que es la relación en cuanto a términos de tiempo que hay entre la información de la percepción visual y la respuesta realizada en forma rápida y lo más eficazmente posible.

Si aumenta la velocidad con la que percibe el jugador el estímulo, la respuesta motora será, por lo tanto, más rápida, y si ha tenido que resolver en los entrenamientos numerosas experiencias similares anteriormente, normalmente será más eficaz la resolución.

Un elemento muy importante a tener en cuenta es la atención, que nos va a permitir que la percepción del individuo sea más permeable y por lo tanto la información a analizar llegue con menos ruido al receptor y poder elaborar una respuesta más adecuada y en menor tiempo. Por esta razón el nivel de concentración que debe alcanzar en la práctica y competición del jugador de fútbol debe ser el más alto posible, no dejándose influir por presiones externas (ambiente público, resultado, prensa, etc…), ni internas (situación contractual, familia, miedo al fracaso…).

Estos agentes externos serán muy difícil de recrear en los entrenamientos, pero si podemos apoyarnos en especialistas de la psicología deportiva mediante prácticas específicas, y asesoren en la materia. Además se corre el peligro de de que esta serie de estímulos estresantes que percibe el jugador condicione negativamente su rendimiento, haciéndose evidente por la falta de acierto en las ejecuciones e imprecisión de sus movimientos. Es preciso educar individualmente a las personas, para que resuelvan de manera satisfactoria situaciones que originen en ellos respuestas de estrés. (Amado Ramírez, 1996).

Con la práctica educaremos al jugador atender varios estímulos a la vez y a su posterior selección. La finalidad de los ejercicios ira encamina automatizar al futbolista a mirar (recoger información) constantemente, para ello le dotaremos de maniobras de orientación del cuerpo, cabeza y ojos; y crearle hábitos como el de aprovechar los tiempos de traslación del balón o paradas del juego previa a los saques de estrategia, para obtener la anticipación en el tiempo de recepción de estímulos y tratamiento de los mismos.

2. TOMA DE DECISIÓN

Entendemos por toma de decisión como el proceso por el que una persona debe escoger entre dos o más alternativas (A. Fraile). Con el entrenamiento educaremos al jugador a analizar la información percibida para seleccionar la opción más correcta.

Cada vez se valora más la importancia  que tiene la toma de decisiones para el óptimo rendimiento de un deportista, este mecanismo de toma de decisiones se produce siempre tras la fase perceptiva. 

En la fase de la toma de decisión de una jugada el futbolista analiza después de la percepción todos los datos percibidos para posteriormente programar la acción a realizar más correcta para alcanzar su objetivo, en este caso técnico. 

La toma de decisiones en el deporte es concebida como un factor determinante del rendimiento en los deportes de equipo, de ahí su importancia. En su análisis, debemos tener en cuenta que estamos ante un entorno cambiante; que vamos a tener adversarios que dificultan la acción técnica a realizar; los aspectos físicos, capacidad técnica y táctica del jugador y el estado emocional del  individuo.

La calidad de la toma de decisión está condicionada por el nivel de las capacidades perceptivas del jugador, independientemente de su puesto a desempeñar en el sistema de juego del equipo.

La experiencia adquirida por el jugador a lo largo de su carrera deportiva tanto en entrenamientos como en competición le facilitaran la correcta toma de decisión; el jugador recibe una serie de estímulos que le recuerdan (memoria) a situaciones pasadas y en las que ya resolvió el problema con o sin éxito, pero en esta ocasión ya conoce la respuesta, favoreciendo una respuesta motora más rápida y con mayor acierto.

Consideraremos un acierto en la toma de decisión cuando logremos la máxima eficacia de nuestro objetivo técnico. Uno de los factores que ayudaran a tomar la correcta toma de decisión durante la competición será el conocimiento previo de las características de los adversarios. En categorías inferiores, se recomienda que sea el propio jugador el que vaya descubriendo al rival en el transcurso del encuentro no ofreciéndole información previa, recordemos que en estas categorías el objetivo es formar. En cambio en categorías profesionales donde prima el resultado, debemos facilitar toda la información posible a nuestros jugadores, antes del partido, de una forma sencilla y esquematizada. Soy de la opinión de: a mayor información las posibilidades de una respuesta de calidad es superior.

La manera de plantear los ejercicios prácticos será con elementos que provoquen al jugador a realizar una toma de decisión inmediata ante al menos dos posibilidades. 

Introduciremos estímulos (adversarios, compañeros, balón,…) que obligarán a elegir una respuesta en la ejecución de la acción técnica. 

Tras las primeras repeticiones del ejercicio planteado, el jugador valorara conjuntamente con el entrenador si la acción realizada es la más adecuada y el porqué. Indicando el técnico el movimiento o movimientos posibles más adecuados para alcanzar la finalidad del ejercicio. A partir de ese momento el jugador repetirá la acción conociendo la solución correcta y progresivamente pediremos que aumente la velocidad de ejecución sin perder la efectividad.

En siguientes sesiones introduciremos variantes al mismo ejercicio que modifiquen las respuestas; pasado el tiempo repetiremos alguna de las tareas ya realizadas para poner a prueba la capacidad de captación y memoria del futbolista.

3. EJECUCCIÓN

Tras el proceso cognitivo (percepción y decisión) se desarrolla el mecanismo motor o de la ejecución del gesto. El jugador decidirá sobre la acción técnica más adecuada a realizar, la superficie del golpeo, la dirección del balón, y la velocidad que le imprime al medio. La calidad del jugador influirá en la precisión de la acción técnica.

La finalidad de la realización de este trabajo es: conseguir la mayor precisión en la ejecución técnica en el menor tiempo posible, a nivel individual. Es decir, obtener el mayor porcentaje de acierto y máxima rapidez en las acciones técnicas de los jugadores y que el equipo como consecuencia desarrolle un juego más veloz con la máxima eficacia.

CONCLUSIONES

Es fundamental el trabajo de la mejora técnica por su influencia directa en el rendimiento deportivo. Todas nuestras planificaciones anuales deben incluir un alto volumen de sesiones destinadas al desarrollo técnico tanto individual como colectivo.

Los ejercicios diseñados para la mejora de tareas técnicas deben incluir elementos para el desarrollo de las dos primeras fases cognitivas. Mediante los cuales educaremos al futbolista a seleccionar la información percibida y guiarle en las decisiones.

El entrenador, deberá encaminar sus esfuerzos al estudio de ejercicios que provoquen entre otras cosas, un mayor procesamiento de la información contenida en nuestro campo visual.

En realidad, lo que se está intentando fundamentar es que en el entrenamiento pueda y deba experimentar la mayor cantidad de situaciones logrando realizar de forma autónoma ajustes para que una vez, en el desarrollo del partido pueda en frentarse operativa y competentemente para la resolución de situaciones ya vividas o abordadas. 

Con esta metodología de entrenamientos mejoraremos la velocidad en el juego, porque dotaremos al jugador una mayor rapidez en la selección de respuestas adecuadas de la situación.

Se debe motivar al jugador en la mejora de estas cualidades.

Tenemos la obligación de formar jugadores que sepan observar, decidir la solución más correcta y ejecutar de manera eficaz.

Utilizando la siguiente secuencia:

MIRAR DECIDIR EJECUTAR

EJERCICIOS PRÁCTICOS

No debemos olvidar la aplicación de los principios generales del entrenamiento, algunos como el principio de la continuidad son básicos en las tareas técnicas. O el principio de la individualidad en los trabajos específicos. Eduardo Covelo recomienda que en momentos de fatiga no debe producirse el aprendizaje de la técnica, pero si el entrenamiento (movimientos automatizados), que debe ser practicada bajo la influencia de la fatiga.

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