1. Introducción   

La etapa en la que hace referencia este trabajo se basa en la categoría benjamín que va desde los 8 a los 10 años. Constituye una etapa primordial para la iniciación deportiva, en general.
Pérez, Domínguez y Barrero (2017, p. 15), citando a otros autores explican que en esta etapa: Sans (2000) se refieren al fútbol base como un proceso formativo, cuyo principal objetivo es “que los jóvenes jugadores lleguen a dominar en la etapa de iniciación los fundamentos básicos del fútbol”. Por su parte Benedek (2001) alude al entrenamiento de base, y “particularmente el entrenamiento con niños, como una fase de formación en la que se construyen los fundamentos para un alto rendimiento posterior en la élite”.

Por lo tanto, esta etapa se encuentra presidida por aquellas cualidades de libertad y espontaneidad que se destacan en torno al juego de los niños, y que permitirá, antes de que lleguen a edades de la pubertad, aprovechar toda esa gama rica de movimiento, de gestos y de ganas de no estarse quietos, para enseñar los principios fundamentales del juego y propios del puesto específico (Coca& Moreno, 1995; Cancio & Calderón, 2010).
En esta etapa no se ven los cambios tan bruscos que son más propios de la etapa anterior, de 6 a 8 años, aunque como es lógico, presenta cambios a lo largo de la etapa.
Coca y Moreno (1995) nos propone las siguientes orientaciones de forma general, que hacen referencia al fútbol de forma global, para todos los jugadores, pero que los podemos extrapolar a los porteros de forma específica:

1. Mantener el clima de satisfacción, el estar a gusto. Los niños, a estas edades, son particularmente sensibles a este ambiente de distensión alegre, que por otro parte favorecerá en gran medida al aprendizaje de los elementos específicos del fútbol.

2. Vigilar la posible aparición de la fatiga en unos niños cuya generosidad es la entrega a las prácticas
primeras del fútbol podría acarrearles alguna sorpresa desagradable, en este sentido hay que considerar que a los porteros en esta edad les encante tirarse al suelo y esto tenemos que vigilarlo para evitar sobrecargas.

3. Tener en cuenta la posible desilusión de los niños porque durante algún tiempo no serán capaces de controlar el móvil a su voluntad, sobre todo en los elementos de mayor complejidad coordinativa y de ejecución, no sólo por el dominio del balón sino, también, por la complejidad de las decisiones a tomar.

Por último, en este artículo nos centramos en una breve explicación de las características de los jugadores en esta etapa y de los objetivos de entrenamiento en dicha etapa formativa.

2. Características generales de los niños/as y/o jugadores/as benjamines

Valero (2006) considera que esta etapa se incluye dentro del Segundo ciclo de enseñanza Primaria (8-10 años), donde destaca las siguientes características generales, de su modelo de enseñanza del atletismo:

• Se intenta crear los modelos técnicos de ejecución, que no son sino la adquisición de los fundamentos de la técnica.

• La competición supone un excelente elemento motivador que se procura presentar en forma de relevos, circuitos donde se mezclan varias pruebas, etc. Torres a esta etapa la denomina como la de la “Fase de iniciación deportiva multilateral”, ahora bien, para este autorcomprende desde los 8 hasta los 12 años, es decir, que incluye dos etapas de las propuestas en esta materia, con las siguientes características generales:

• Se caracteriza por una práctica variada y diversifi cada, que debe ser tenida en cuenta, en esta etapa, para evitar que surjan problemas de desmotivación y atención por parte de los alumnos/as.

• Ahora bien, no podemos olvidar el enriquecimiento y refinamiento de las capacidades perceptivas motrices y las habilidades básicas y genéricas.

• Todas las acciones o tareas propuestas deben de estar adaptadas a las características cognitivas y motrices de los alumnos y alumnas, por lo que el componente lúdico cobra una importancia especial.

Esta etapa es un estadio de aprendizaje y de ejercitaciones consciente, caracterizado por un aprendizaje razonado en el que se trata de eliminar movimientos reflejos innatos, así como la corrección de viejas costumbres de movimientos.

Por otro lado, Ramón (2002), nos dice que:

“En esta etapa de no especialización, tal como su nombre indica, se trata de educar al niño. El entrenador deja de ser un técnico deportivo para transformarse en educador… Por todo ello, el técnico debe ser un pedagogo que explique y justifique teóricamente las prácticas”.

“Así mismo, se debe progresar en la complejidad de la tarea ya que en ello va intrínseca la motivación del jugador, tomando conciencia de su esquema corporal y la orientación espacial, indispensables para el entrenamiento técnico y táctico en etapas posteriores”.

Por último, en el trabajo de investigación realizado por Sainz, Ortega, Llopis, Novo y Rodríguez (2005) indican que: “creemos que es necesario plantear tareas globales donde el portero pueda ser eficaz para lo que será necesario disminuir el tamaño de las porterías en los entrenamientos, lo que incrementará el número de veces que el portero obtenga la posesión del balón y pueda adquirir el blocaje como acción fundamental. En aquellas situaciones donde no pueda blocar el balón será más fácil en espacios reducidos que reflexione sobre la finalidad del desvío”, en referencia a edades propias dentro del fútbol 7.

En resumen, deberemos potenciar los siguientes aspectos:

• Desarrollar el esquema corporal y su capacidad de movimiento.

• Desarrollar las nociones de percepción y estructuración espacio-temporales.

• Aprender las habilidades y destrezas motrices básicas en la acción del propio cuerpo y en el manejo de objetos (balones, normalmente).

• Desarrollar la motivación hacia la actividad física en general y futbolística en particular.

• Favorecer el desarrollo natural de las capacidades físicas y la maduración psicológica.

• Desarrollar las capacidades físicas según la edad, de forma natural.

• Favorecer la maduración psicoafectiva y la relación con los demás, el espíritu de equipo y de colaboración.

• Adquirir hábitos higiénicos-deportivos.

En la siguiente tabla, se presentan las características más importantes que presentan los niños/as de esta etapa, que va desde los 8 a los 10 años, donde, además, de las características generales de desarrollo en las cuatro áreas principales (intelectual, social, afectivo- emocional y motriz) se explican, de forma breve, las implicaciones metodológicas que tienen cada una de las áreas de forma general y descriptiva.

3. Objetivos de trabajo a realizar en esta etapa

A continuación, se exponen los objetivos a trabajar a lo largo de la temporada en la etapa de categoría benjamín. Entendiendo que trabajamos con niños y niñas en etapa de crecimiento y desarrollo, que por lo tanto requiere de un planteamiento integral y de totalidad, es decir, que se les forma en completo y conjunto en todos los elementos. De esta forma, cada entrenador de porteros será el responsable de ajustar los contenidos a las características específi cas de cada uno de los porteros, teniendo presente el principio de individualidad como premisa inicial sobre la que trabajar.

• Aspectos reglamentarios:

– Normativa relativa al juego del portero y del fútbol específi co a la edad, con
especial referencia al Fútbol 7 u 8.

• Aspectos técnicos:

– Aspectos Técnicos coordinativo sin balón, movilizaciones que realiza el portero:

Sin Balón:

– Posición Base.
– Reducción de ángulos (Frontal, lateral y combinados), este objetivo se relaciona con el de los desplazamientos.
– Desplazamientos: frontal y lateral: siendo los más realizados, como por ejemplo se señala en el estudio de Sainz, et al., (2005).
– Acciones conjuntas previas a la acción: Desplazamiento + Pos. Básica + Colocación.
– Acciones conjuntas posteriores a la acción: Caídas (Recepciones) + Recuperación (siempre espacio próximo).

Con Balón, Ofensivas:

– Reinicio del juego: saques corto y medio. Con especial relevancia al saque corto.
– Continuidad en el juego a través de pases con las manos: corto y medio, especialmente el pase medio con la mano.
– Continuidad en el juego con pase de volea y/ o bote pronto, iniciación a la acción sin incidir en la distancia y más en la acción técnica específica.
– Elementos técnicos comunes al resto de jugadores y que ayudan al trabajo del portero como: control, pase, conducción y regate, especialmente relacionados con el modelo más actual de juego y las modificaciones reglamentarias.

Con Balón, Defensivas:

– Desvío: entendido como uno de los elementos más importantes en esta etapa ya que no tienen la fuerza necesaria para realizar un blocaje y por lo tanto realizan muchos desvíos con las manos y pies.
– Acciones de 1 contra 1: es uno de los elementos que más se genera en estas edades ya que los atacantes buscan estar cerca del portero para finalizar con tiro.
– Blocajes: raso y media altura, tanto de forma frontal como con caída, como por ejemplo se señala en el estudio de Sainz, et al., (2005).
– Despeje de puños: iniciar a la acción con balones de goma espuma.
– Despeje con los pies (relacionado con la cobertura defensiva) y ocasionalmente con la cabeza.

• Aspectos tácticos – cognitivos:

Defensivos:

– Cobertura (Libre): unido a la posición en el campo con balón en juego, además, se puede producir, aunque en menor medida la acción de uno contra uno con balón dividido.
– Acciones Balón Parado: posicionamiento y colocación ante las distintas acciones (Córner, Faltas, Barreras).

Ofensivos:

– Posicionamiento con balón en juego: este es un aspecto importante para trabajar ya que en muchos casos en estas edades los jugadores se quedan cerca de la portería no juegan relacionados con el resto de sus compañeros cuando el equipo ataca, como se señala en el estudio de Sainz, et al., (2005).
– Apoyo: en el juego actual esta acción táctica es muy importante, tanto por las modificaciones reglamentarias como por la apuesta por el inicio y creación del juego desde la fase de creación influyendo el portero de forma positiva en esta fase.
– Contraataque: en menor medida, pero se debería introducir alguna sesión y/o tarea jugada o ejercicio para que vayan conociendo esta acción de ataque.

• Aspectos físicos – Condicionales:

– Coordinación I: Coordinación óculo – manual (Técnica con balón).
– Coordinación II: Dinámica general (Técnica sin balón).
– Coordinación III: óculo – pédica.
– Velocidad reacción: comienza en este periodo a ser una etapa sensible de mejora de esta capacidad, y se debería trabajar mucho a lo largo de todo el periodo.
– Coordinación específica: entendida como la utilización de elementos coordinativos con elementos técnicos y tácticos específicos del portero.
– Equilibrio – Propiocepción: de nuevo es un momento ideal para trabajar este aspecto, así como iniciación al trabajo de prevención de lesiones, que, si bien en esta etapa son escasos, si ayuda para el futuro.
– Fuerza general y resistencia: como elementos sobre los que ir construyendo al portero y sobre todo mejorar a través autocargas, arrastres, empujes y juegos diversos.
– Agilidad.

• Aspectos psico-volitivos:

– Adaptarse y saber entender el juego cuando el resultado va a favor, pero también cuando va en contra. Aceptar el resultado y el respeto a los compañeros de su equipo y a los del equipo rival.
– Entender el error como parte del juego específi co del portero.
– Evitar sentimientos de culpa por una derrota o por un error.
– Mejorar la motivación, con indiferencia del resultado.
– Disfrutar del fútbol.

Autores

Dr. Salvador Pérez Muñoz
Entrenador Nacional de Fútbol.
Doctor en Ciencias de la Educación.
Profesor del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte: Iniciación deportiva al fútbol y
Fundamentos de los Deportes.
Universidad Pontificia de Salamanca.
Dr. Antonio Sánchez Muñoz
Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Profesor del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte: Fundamentos de los Deportes.
Universidad Pontificia de Salamanca.
Dña. Gema Alonso García
Graduada en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Coordinadora MetodológicaFútbol Femenino Salamanca.
Universidad Pontificia de Salamanca.
D. David Morilla de la Riva
Graduado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Doctorando en Ciencias del Actividad Física y del Deporte.
Universidad Pontificia de Salamanca.
Dr. Alberto Rodríguez Cayetano
Doctor en Ciencias Doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.
Profesor del Grado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte: Iniciación deportiva.

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