Rafa Benitez

Para Benítez, “las rotaciones son una necesidad, no un capricho”. Son un arte. Una de sus apuestas fijas. Siempre, por supuesto, con un fundamento estadístico y científico para que los jugadores lleguen lo más frescos posibles al final de temporada. Su otra gran obsesión es el orden, la organización táctica, la ocupación de los espacios con unas líneas juntas para formar un bloque compacto en no más de 25 metros.

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